Estado: orígenes y elementos.

El Estado puede definirse como “un ordenamiento político permanente garante de la paz, al interior de una nación” según Maquiavelo, según Weber puede definirse como “unidad de dominación independiente en lo exterior e interior, que actúa de modo continuo, con medios de poder propios, y claramente delimitado en lo personal y territorial”. El estado puede definirse entonces como una organización jurídica y política que se ejerce sobre la población y territorio dentro de su jurisdicción el Estado es independiente de control externo. Consideramos tres fortalezas del Estado las cuales son el poder: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Ya que con estas el Estado se organiza y no se olvida del objetivo principal que es el servir a todos los miembros de la sociedad; El poder ejecutivo es el encargado de la administración del mismo Estado, a este lo dirige el presidente en su calidad de jefe de Estado, de acuerdo a la Constitución de la Republica. Su autoridad alcanza, además, a “la conservación del orden público en el interior y la seguridad externa de la Republica, de acuerdo a la Constitución y las leyes. A través de estas funciones de gobierno y funciones administrativas del Presidente de la Republica, el Estado establece políticas y cuenta con organismos para satisfacer necesidades publicas tales como la educación, la salud, el orden interno, la conducción económica, la defensa nacional, entre otras. Una de las fortalezas del Estado es la educación, el poder ejecutivo formula programas de apoyo para dicho derecho, crea programas para que los habitantes concluyan con la educación y así poder generar mayores empleos. El poder legislativo la tarea con la que cumple es elaborar y aprobar leyes que rigen en el país ejercer la representación de la ciudadanía y controlar al ejecutivo. Y por último esta está el poder judicial su rol es ejercer la justicia, de acuerdo con la ley y controlar al ejecutivo. Mediante esta función el Estado aplica la ley, resolviendo conflictos o controversias que se susciten entre los particulares o entre los particulares y el Estado, determinando sanciones a quienes las infrinja, así como reconoce o protege derechos para asegurar su ejercicio. Estos tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, son ejercidos por titulares distintos, lo que garantiza la independencia de cada uno, existen medios de fiscalización y control mutuo para evitar posibles abusos. Se consideran las fortalezas del Estado ya que son un conjunto de leyes o normas que regulan a mismo Estado; haciendo que los habitantes sigan una secuencia de reglas o normas para una mejor convivencia. Al hablar de Estado se debe hacer referencia a sus tres componentes tal como lo son el territorio, el poder y la población; sin alguno de estos tres componentes no existiría el Estado. El primer componente es el Territorio: es un elemento indispensable y necesario para el Estado, ya que con la ausencia de este no existe el Estado, el territorio es el lugar geográfico o espacio dentro del cual el Estado ejerce su soberanía, actualmente no existen territorios que no estén bajo en control de un Estado ya sea directa o indirectamente, el territorio es el lugar sobre el cual se ubica la población. Es importante señalar que el territorio se encuentra compuesto por factores tales como el espacio terrestre y el espacio marítimo, de los cuales el primero de estos está dividido en espacio continental que es el espacio geográfico sobre el cual el Estado ejerce total control y dominio, el espacio insular hace referencia a las islas archipiélagos que también entran en esta descripción. El espacio marítimo es la zona dentro de la jurisdicción del Estado que va desde las costas hasta el mar, está compuesto por aguas Marinas Interiores; Zona Contigua; Plataforma Continental; Zona Económica Exclusiva, el espacio aéreo también forma parte del territorio, ya que es una parte de la atmosfera que se encuentra dentro de la jurisdicción del Estado y sobre la cual el mismo ejerce su soberanía. Asimismo, el Poder es otro componente del Estado y hace referencia a la conducción política del Estado. Por parte de quien ejerce la autoridad, implica también que la población subordinada debe ofrecer a dicho mandato, se puede decir entonces, que cuando se hace referencia a poder tiene que ver con la forma de gobierno y organización del Estado políticamente, y la obediencia por parte de quienes habitan dicho Estado ante las leyes y la forma de gobierno. Del Estado de la antigüedad no es predicable la noción de legitimidad, por cuanto surgía de hecho de que un determinado jefe (rey, tirano, príncipe) se apoderase de cierto territorio, muchas veces mal determinado, sin importar el sentimiento de vinculación de la población, generalmente contando con la lealtad de jefes y jefezuelos regionales. Así fueron los imperios de la antigüedad, el egipcio y el persa, entre ellos. La civilización griega aporto una nueva noción de Estado. Dado que la forma de organización política que la caracterizo correspondía a la ciudad, la polis, se acordaba a la población de una participación vinculante, más allá del sentimiento religioso y sin poderes señoriales intermedios. Además, estand cada ciudad dotada de un pequeño territorio, su defensa concernía a todos los ciudadanos, que se ocupaban de lo que hoy se llama el interés nacional. En el régimen feudal prevalecieron los vínculos de orden personal, desapareciendo tanto la delimitación estricta del territorio como la noción de interés general. El poder central era legítimo, pero débil y los jefes locales fuertes, al punto que estos ejercían atributos propios del príncipe, como administrar justicia, recaudar impuestos, acuñar moneda y reclutar ejércitos. Y, finalmente, el estado moderno incorpora a la legitimidad, heredada del feudal, la noción de soberanía, un concepto revolucionario, tal como señala Jacques Huntzinger, 6 que atribuye el paso histórico de una sociedad desagregada y desmigajada, pero cimentada en la religión, a una sociedad de Estados organizados e independientes unos de otros. Pero, este Estado moderno, surgió de la aspiración de los reyes a desembarazarse de los lazos feudales y de la jerarquía eclesiástica, el Estado- nación, la unión de un poder central, un territorio y una población alrededor del concepto revolucionario de la soberanía, habría de conocer dos formas, dos definiciones diferentes, la primera, el Estado principesco y la segunda, el Estado democrático.